miércoles, 12 de diciembre de 2007

Secciones del diario descartadas (1)

Detenida mujer de 43 años por agredir a su esposo.

Sevilla.
La historia de Leopoldo Jiménez era la de un hombre de los que hoy día nos hacen pensar porqué debemos ser de la misma especie. Denunciado cuatro veces por su esposa por diversas agresiones, y con una orden de alejamiento nunca habría esperado que su esposa tuviera el valor de responder algún día con la misma moneda con la que le pagaba años de soportarlo en borracheras y palizas. Así como numerosas agresiones psicológicas e insultos a la que un 24 de febrero le dio el sí quiero. Pero la vida, que tantas vueltas da y a todos nos pone en nuestro sitio tenía encomendado que le devolvieran con creces todos aquellos préstamos de “amor” y “cariño” demostrados de una manera tan innoble –por no decir inhumana.

Juana Román, su esposa. Accedió a los ruegos de Leopoldo hace cuatro días y volvió a la que fue su casa-prisión durante siete años. Pero a diferencia de para darle el perdón que él tanto decía ansiar, fue para tomar el plato que mejor se degusta frío: La venganza. Juana dejó que durante 4 días Leopoldo fuera retomando las malas costumbres de llegar bebido a casa, y en una de las ocasiones pegó el pene se su marido al pubis del mismo con una conocida marca de pegamento. Tras ello lo ató de pies y manos y embadurnó todo el cuerpo de su esposo de cintura para abajo en silicona y dejó que pasara así la noche.

La esposa maltratada ha tornado a ser una fría vengadora, y –palabras del médico que atendió a Leopoldo– “ha hecho una acción no solo dolorosa para cualquier hombre, además casi imposible de arreglar por los médicos del hospital Virgen Macarena. Hemos intentado suturar lo mejor posible, pero podemos afirmar que a Leopoldo Jiménez le quedarán secuelas que no serán eliminadas en muchos años”.

Por una vez, parece que la victima ha sido el cazador.

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