lunes, 26 de mayo de 2008

Doña Berenguela


Hoy he decidido compartir una de tantas leyendas de la mitología popular de mi tierra gallega que por desgracia, pocos gallegos conocen ya. Con ese fin he decidido rebuscar en este basto imaginario y rescatar algún cuento de los que nadan ya en el fondo del baúl y sacarlo a la superficie.

Cuenta una leyenda que hubo una vez en el Reino de Galicia una reina incomparable en belleza llamada Berenguela. Su hermosura iba mucho más allá del aspecto físico, y el amor que profesaba por la ciudad de Compostela era aún mayor que el que con sus gestos despertaba en sus súbditos. Solía vestir ropas sencillas para mezclarse con los aldeanos y deambular por las calles empedradas alrededor de la Catedral, empapándose de la vida diaria de la gente, ayudando al pobre y aprendiendo a su marido cómo ser un buen rey que supiese escuchar las necesidades de su pueblo.

Sin embargo la muerte llegó temprana a llamar a su puerta, y Berenguela conservaba la belleza de su juventud cuando llegó a las puertas del cielo. Sus ojos empañados en lágrimas por verse lejos de su amada Compostela conmovieron al Señor, que le preguntó si no estaba feliz de encontrarse allí arriba, en el paraíso.

- Oh, sí, mi Señor. Pero echo de menos mi Compostela. Si tan solo pudiese verla una vez más…
Él, compadecido, decidió concederle la oportunidad de descender a la ciudad y caminar entre sus gentes cada 24 de julio en la Noche Grande, víspera de la festividad de Santiago. Así mismo, su eterna belleza sería contagiada a toda muchacha compostelana con la que Berenguela se cruzase en el camino durante su paseo nocturno.

Así que, según la leyenda, si tenéis la oportunidad de viajar a Santiago de Compostela en la celebración de la Noche Grande, tendréis la oportunidad de disfrutar de la belleza que la reina deja a su paso en los rostros de las jóvenes santiaguesas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jojojojo Nosti tu si q sabes!!!

buenísima elección de nuestra queridisima Berenguela!!