Dos anécdotas

La primera y más reciente, la de "Las Señoras Perdidas":

El miércoles de la semana pasada, un día como cualquier otro, me dispuse a coger el autobús para ir a la facultad, a eso de las 17:15 aproximadamente. Allí estaba yo, tranquilamente intentando ponerle las pilas nuevas al MP3 cuando un coche frenó bruscamente justo en frente mía. La ventanilla del acompañante se bajó y pude ver que en su interior se hallaban un par de señoras que me hacían indicaciones para que me acercase. Cuando estaba a una distancia adecuada para oírlas y no ser atropellado - creo que no he mencionado que el vehículo se quedó parado en mitad de la carretera, con una larguísima cola de coches, autobuses y camiones detrás -, tuvo lugar la siguiente conversación:

Mujer1 (conductora): ¡Hola! ¿A Sevilla por donde se va?

Yo: eeeh... ya está en Sevilla, señora.

Mujer2 (Acompañante): (susurrándole a Mujer1) no creo.

Mujer1: (ignorando a Mujer2 y dirigiéndose a Yo) Ya, ya, yo digo a Sevilla Capital.

Yo: que ya está en la capital, señora, que está a unos 15 minutos de la salida de la ciudad más próxima, venga por donde venga lleva como poco 15 minutos en Sevilla.

[ Los conductores de la cola comienzan a impacientarse y se oyen los primeros pitidos ]

Mujer1: pero no, yo lo que estoy buscando es el sitio donde están las tiendas.

Yo: ¿tiendas? está todo lleno de tiendas, señora.

Mujer2: no, queremos ir a las tiendas tiendas.

Yo: usted busca un centro comercial ¿no?

Ambas Mujeres: ¿un qué?

[ Los pitidos se incrementan ]

Yo: a ver señoras, ¿ustedes a donde quieren ir concretamente?

Mujer2: (susurrándole a Mujer1) dile que a las tiendas...

[ Mujer1 se queda en silencio, meditando ]

Mujer2: (susurrándole a Mujer1 otra vez) dile que a las tiendas, chiquilla...

Mujer1: a... ¿El Corte Inglés?

Yo: ¿El Corte Inglés?

Mujer2: No, ahí no.

Mujer1: (a Mujer2) Cállate. (A Yo) El Corte Inglés.

Yo: (amargado) "p'alante", señora, "to p'alante".

Mujer1: ¿p'alante hacia donde?

Yo: la avenida donde está usted ahora hacia delante hasta que llegue a un estadio que hay. Luego tire "pa" la derecha.

Mujer2: ¿el estadio del Sevilla?

Yo: sí, ese.

Mujer2: ¡pues habernos dicho que fuéramos "pa" Nervión y ya está!

[ Suben la ventanilla y se marchan. Las siguen las varias decenas de coches que hay en la cola ]

La otra anécdota me sucedió hace ya un tiempecito:

Iba yo camino de mi casa una tarde cuando veo la siguiente escena: una chica debajo de un naranjo, clavada en el sitio con el cuello hacia atrás, mirando fijamente la copa del árbol. A medida que me voy acercando, la voy mirando a ella y luego miro al árbol, a ella, al árbol, a ella, al árbol... así hasta que paso por su lado, momento en el que ocurre lo siguiente:

Chica: (sin dejar de mirar al árbol) ¿Eso que es?

Yo: pues... ¿un naranjo?

Chica: eso ya lo sé, idiota. (Se hace el silencio. Yo se dispone a irse. Ella suelta una risita, sin dejar de mirar al árbol) Digo lo que hay en el árbol.

[Movido por la curiosidad, Yo se queda mirando al naranjo, intentando averiguar que es lo que Chica está observando. De pronto, suena el murmullo de una paloma ]

Chica: (eufórica) ¡¡Eso, eso!! Y no me digas que es un pájaro, que eso ya lo sé.

Yo: Pues...

Chica (interrumpiendo) ¡Un búho! ¡Es un búho ¿a que sí?!

Yo: ¿Qué?

Chica: ¿O es una lechuza? Los búhos no viven en las ciudades.

Yo: ¿Y las lechuzas sí?

Chica: pobre animalillo, se habrá perdido...

Yo: es una paloma...

Chica (mirándome con cara de asco) Qué hablas...

Yo: en serio, es una paloma.

Chica: tu que sabrás... ¿no lo ves? Es un búho... no, una lechuza...

Yo: claaaro... una lechuza... sí... bueno... (dando pasos hacia atrás lentamente para huir) yo me tengo que ir...

Chica: ¡OK! ¡te veo pronto!

Yo: sí, sí...

Cuando me había alejado lo suficiente, me di la vuelta y allí seguía ella, mirando fijamente el naranjo y la lechuza.