En una época como esta, de reuniones familiares, caridad, turrones, mantecados, reyes, gordos de la coca cola… Me siento un poco más gato que de costumbre, no tengo ganas de vivir esta época en plan chupiguay, no quiero tener que comer con mis primos y tíos sonriente y aceptando sus bromas y gilipolleces. Sinceramente, estas fiestas solo las veo como un momento para estar con el círculo que haya traspasado tu confianza, y en estos momentos, esas personas que se hayan ahí, tendrán sus deberes para con sus familias…
Pero yo paso. Este año he pasado varias cosas, y la verdad, no quiero saber del ultimo ligue de discoteca de mi primo, ni de las clases de funkie de mi prima, ni las disputas por quién hace trampas y quien no en el trivial a la hora del café. Este año quiero no tener que aguantar cosas que, a día de hoy, me parecen absurdas, un mero acto social para mantener la apariencia de que no ha pasado nada importante en nuestras vidas, de que todo sigue igual cuando no es así. Me siento más unido a mis amigos –contados con dos manos, pero fieles- que a los que comparten semejanzas en partes de mi ADN, después de todo a ellos los escogí.
Teniendo en cuenta que mis navidades van a ser en plan descastado, intuyo donde se hallarán, algún bar, cafetería o pub donde encuentre un taburete con el que protegerme del frío del invierno, y si no, paseando por esas calles tiznadas de azul gracias a las luces de este acto recordatorio en el que veneramos a un grandísimo filosofo –aunque ese es otro tema.
El hecho de que no pase las navidades acompañado, no quiere decir que no me importe disfrutarlas… y este 2008 toca que sea en solitario.
Dicen que la soledad cala con su frío hasta los huesos… demonios, es cierto, pero más que la soledad en solitario, es la soledad compartida la que más cala, esa en la que descubres que las frases llevan entre sus silencios sonrisas de hipocresía, y puyas encubiertas que buscan minar el corazón. Como diría un amigo mío: “Que les jodan a todos… esta vez, me toca a mí” En algún lugar hallaré gatos pardos como yo, personas que buscan ahogar en su cerveza viejos fantasmas… o quizás, sólo, compartir en un lugar cálido su soledad con otros desconocidos.
Sin acritud ni cinismo, ni siquiera rencor:
Feliz Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario